La economía circular está en boca de todo el mundo y se proyecta como un modelo productivo y de consumo al que, irremediablemente, debemos encaminarnos. Los motivos son diversos, desde una necesidad imperante de variar determinados hábitos en beneficio del planeta, hasta una mayor conciencia medioambiental, que provoca que cada vez nuestras actuaciones sean más responsables.
Es evidente que el modelo de comprar, usar y tirar ya no es sostenible y que debemos cambiar comportamientos y decantarnos por un tipo de prácticas en las que prevalezcan aspectos como alargar el ciclo de vida de los productos, la utilización de materias primas más sostenibles o el aprovechamiento de residuos para ser reciclados o reutilizados. Es decir, centrarnos en las tres R que definen a la economía circular: reducir, reutilizar y reciclar.
Para que la economía circular sea realmente efectiva hay que contribuir desde todas las esferas de la sociedad. Por una parte, los gobiernos y administraciones públicas, que a través de la legislación han de facilitar y promover el cumplimiento de comportamientos más sostenibles. A efectos prácticos, las leyes deben reducir impuestos a algunos productos o premiar con financiación determinadas prácticas. También las empresas tienen un rol destacado, con la aplicación de una gran variedad de medidas que tengan un bajo impacto en el medio ambiente. Por último, no podemos olvidarnos del papel que jugamos los ciudadanos como consumidores, que podemos contribuir a la economía circular reciclando, con un consumo más responsable, que favorezca a aquellos productos más respetuosos con el medio ambiente o apostando por una movilidad más sostenible.
6 Tips para contribuir a la economía circular
1. Reciclar
Es una de las principales premisas de la economía circular. Organizar nuestros desperdicios domésticos y tirarlos al contener correspondiente es un primer paso para que muchos residuos puedan ser reutilizados y darles, en algunos casos, una segunda vida.
2. Apostar por materiales sostenibles
Se trata de volver a algunas costumbres del pasado. En este sentido, las bolsas de plástico, posiblemente, sean el mejor ejemplo. Para fomentar a la economía circular es mucho mejor ir a comprar con bolsas de materiales más sostenibles, que utilizar las de de usar y tirar. Esta apuesta es válida para casi todo, ya que, si nos paramos a pensar, seguro que podemos sustituir muchos materiales que utilizamos habitualmente, por otros de menor impacto medioambiental.
3. Reparar
Es una tradición que se ha perdido en los últimos años, ya que nos hemos acostumbrado a cuando algún dispositivo tecnológico se nos estropea tirarlo y comprar uno nuevo. Pero muchos de ellos pueden ser reparados y de esta manera reducimos el consumo y alargamos su ciclo de vida. Y si es imposible arreglarlo o el coste es muy elevado, no debemos olvidarnos de llevarlo a los múltiples puntos verdes de recogida de este tipo de productos.
4. Tirar de segunda mano
No siempre hemos de decantarnos por lo nuevo. Actualmente, existen una gran variedad de plataformas que facilitan el acceso a prácticamente cualquier producto de segunda mano. De esta manera, además de ahorrar, una vez más, les daremos una segunda oportunidad a muchas cosas que no queremos o necesitamos, para que los aprovechen otras personas.
5. No desperdiciar alimentos
Para ello, solo es necesario un poco de organización. Empezando por la lista de la compra, que podemos ajustar a lo que realmente necesitamos para evitar que muchos alimentos se acaben pasando en la nevera. Pero también aprovechando las sobras cuando, por ejemplo, comemos en un restaurante. Si nos llevamos lo que no nos hemos acabado para consumirlo en casa, evitaremos que acabe en el contenedor de orgánica.
6. Ajustar el consumo de energía
Ahorrar en recursos también es una de las claves de la economía circular. Para empezar, con comportamientos domésticos tan básicos como encender la luz únicamente cuando sea necesario, desconectar algunos aparatos cuando no los utilicemos o con un uso racional de lavadoras. También podemos apostar por las energías renovables o por comprar electrodomésticos de bajo consumo para, de esta manera, tener un consumo energético más eficiente.
El compromiso con la economía circular es un valor intrínseco del proyecto Valgreeen. La eficiencia energética o la apuesta por materiales más sostenibles capaces de reducir el impacto medioambiental son algunas características asociadas a nuestra primera promoción “Bosc del Maresme”. Además, nuestra vocación por compartir recursos y espacios entre la comunidad tienen el claro propósito de contribuir a las relaciones y el intercambio de experiencias entre vecinos, pero también a fomentar el ahorro y la optimización de recursos.
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